Mitos y creencias de la maternidad en Japón

Nacimiento en Japón. Pintura de 1329.

Nacimiento en Japón. Pintura de 1329.

Los asuntos alrededor de los bebés y de las madres en Japón explican muchas de las cosas que siendo de fuera nos extrañan. Y por supuesto son una pista de cómo funciona su sociedad. He reunido mitos y creencias que por su diferencia con nuestra cultura me han parecido interesantes. Desde cómo entienden el estado de estar embarazadas a qué hacen durante y después.

Como concepto se entiende el embarazo como un periodo de disciplina mental y física para las mujeres. Literalmente están “haciendo sus niños” y el resultado está ligado a su conducta. Se las considera responsables de minimizar abortos o nacimientos prematuros. Aquí se aplica ese concepto tan japonés de  ganbaru 頑張る . Por eso tampoco son comunes los tests genéticos para detectar malformaciones, no se ve el feto como algo “normal” o “anormal” sino “perfeccionable” un work in progress. A los hombres se les considera fuera del proceso de embarazo porque no está ocurriendo en sus cuerpos, y están exentos de cursos, visitas médicas e incluso a veces del nacimiento. Pero vayamos a los ritos.

Ojizōsama

Ojizōsama en el templo Sanjūsangen-dō en Kioto.

Durante el embarazo.

A los cinco meses las mujeres van a un templo dedicado a un nacimiento seguro acompañadas de su madre o su abuela para rezar y para comprar un obi especial para envolver el abdomen de la embarazada. Dicen que el obi servirá para proteger al útero del frío, mantener el feto estable y prevenir de que crezca demasiado. Otros dicen que ayuda a crear identidad materna.

En los hábitos de alimentación suelen practicar el “volver al origen” moto ni modoru “元に戻る” . Según ellos “niños japoneses hechos de comida japonesa que vienen de tierra japonesa”.

Ese retorno no es sólo en la comida sino que también es literal, pues las mujeres tienen la costumbre de volver a su tierra natal, a casa de su madre, para el parto satogaeri shussan (lit. volver a casa para el parto) 郷帰り出産.

Durante el parto.

Los médicos japoneses animan a comer y beber durante el parto y las mujeres comen mucho para tener fuerza para empujar. También andar. No se considera aceptable gritar o moverse y respecto al dolor no usan epidural normalmente. Las mujeres alivian el dolor con respiración, movimiento, masaje o acupresión. Se tiene la creencia de que el vínculo madre-hijo se fortalece mediante el parto. Y de que la medicación puede hacer débil al niño.

Pintura de Kariteimo, protectora budista de los niños y de los nacimientos.

Pintura de Kariteimo, protectora budista de los niños y de los nacimientos.

Pos-parto.

Los diez días siguientes son días de descanso, días de ansei 安静 “paz y tranquilidad con mimo”. De hecho era tradición quedarse los primeros 100 días después con el bebé dentro de casa, aunque esto ya  no se practica. Existe una tradición con el cordón umbilical basada en la creencia de que el cordón tiene una relación con la salud del niño. Se entrega una parte en una caja especial para ello a la madre. A veces se le enseña al niño en ocasiones señaladas como son los cumpleaños, o se le entrega el día que se casa o deja el hogar para simbolizar la separación. También es común que conserven el cordón para dárselo como cura al niño cuando está enfermo. Se piensa que es símbolo del destino, y si llegara a perderse se considera también perdido su destino espiritual.

Escultura de Kariteimo

Escultura de Kariteimo.

Los primeros meses del bebé.

El papel del baño es del padre, como medio para proveer cercanía e intimidad entre el bebé y su padre. Y a los 100 días del nacimiento se celebra el  お食い初め “okuizome” (lit. la primera comida) en la que la suegra prepara una gran comida. Se coloca una piedra simbólica en los platos y se realiza un ritual para desear al bebé una vida de comida abundante y buenos dientes. Aunque sería algo equivalente a un destete la mayoría de los niños solo beben leche.

Y hasta aquí algunos de los mitos y creencias de la maternidad en Japón. Espero que os haya gustado. Acabo con una última expresión, ryôsai kenbo 良妻賢母 la de buena esposa, madre sabia. Seguiré explicando otros muchos ritos en futuros posts, como la primera visita al templo. Hasta entonces, cuidaros mucho de estos fríos.

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