A Hide por habernos guiado por Dôtonbori, invitarnos a cenar y enseñarnos dónde queda la gente de Ôsaka a pescar anguilas.
A Yumi y Yôko por llevarnos al infierno.
Y por buscar un buen onsen para bañarnos y pasar juntos la noche tomando Sapporo y comiendo snacks japoneses.
Y a Yasu por guiarnos en Kamakura y llevarnos hasta el bosque de bambúes.
Y a Yoshi, Sakurako y Tengo por acogernos en su casa en Tôkyô y llevarnos a cenar a tantos sitios especiales.
みなさんありがとう!