Hace ya unos meses que empecé a trabajar, a partir de una petición del Ministerio de Agricultura, en cómo la cultura, la historia, los gustos, el paladar, los tabúes etc. pueden afectar a los gustos de personas de diferentes países en relación al producto agroalimentario español. Uno de esos países trabajados ha sido Japón.
¿Cómo de importante es la gastronomía en Japón? Tal importancia tiene que está presente en prácticamente todas las conversaciones casuales del japonés, en la mayoría de los programas de televisión, incluso en el ocio y los viajes de vacaciones se suele escoger destino según las especialidades que se desean degustar. Doy fe de que cada vez que he comentado a un japonés que me iba de viaje dentro del país, la respuesta inmediata ha sido: «no puedes dejar de probar …, esa comida o esa bebida es muy famosa allí…».
Los japoneses valoran la comida casera y lo hecho en casa. Y además tienen muy integrado en sus costumbres y en su forma de cortesía el regalo de especialidades gastronómicas como forma de atención a clientes, de agradecimiento o como costumbre en el trabajo para mostrar la consideración con los compañeros en forma de «Omiyage» (souvenir de un viaje).
Aunque se conocen muy bien numerosos productos españoles, como la carne de cerdo ibérico o el jamón ibérico, la paella, etc. la marca país no es muy fuerte y en especial en productos como puede ser el vino perdemos posicionamiento en comparación a otros países como Francia, Italia, California o Australia. O por ejemplo en aceite de oliva, existe cierta falta de presencia en los lineales en comparación a marcas italianas, griegas y turcas (aunque algunas de estas marcas sean de capital español como por ejemplo el Bertolli de la empresa Deoleo).
En Japón también hay una fuerte cultura de las estaciones y las temporadas. Existen restaurantes que incluso tienen un «menú de temporada» aparte de su carta habitual. Les interesa cada vez más las cualidades saludables de los alimentos. También la procedencia del producto. Y por supuesto, la buena presentación, ya que para ellos el aspecto es una garantía de la calidad. Para que lo entendamos, en japonés existe una sola palabra para decir límpio y bonito. Aquello que tiene buen aspecto también es higiénico, seguro y bueno.
Son consumidores muy apegados a su dieta japonesa pero con una gran curiosidad y gusto por lo occidental y lo nuevo. Van a pedir siempre adaptación del producto y son exigentes. Y encuentran mucho gusto en aprender sobre la historia y los métodos de producción del producto. Y esto va a ayudar a fidelizarlos.
Y como la presentación es tan importante, aquí os dejo con unas fotos de packaging y productos japoneses e internacionales que se pueden encontrar en Japón.











