Después de escribir las últimas líneas sobre el lujo en Japón, fui consciente de lo interesante que es la puesta en escena en este tipo de tiendas de lujo. Como escaparate creativo y como generadoras de experiencia tienen una capacidad de transmitir sensaciones que las hace lugares interesantes para visitar con detenimiento.
Casi siempre con sensación de espacio, de amplitud, de claridad. Muchas de ellas, especialmente en Tokio están firmadas por genios de la arquitectura como es el caso de la Tienda de Tods en Omotesando y la de Mikimoto en Ginza por Toyo Ito; o la tienda de Dior también en Omotesando por Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (Estudio SANAA), la Maison Hermes de Renzo Piano en Ginza, entre otras.
A veces oníricas.
Con referencias directas al mundo nipón como los escaparates y el espacio de recepción de la tienda de Emporio Armani.