La locura por el logo en Japón es tal que se puede ver a gente de todas las edades y estilos llevando naturalmente piezas de lujo de forma totalmente integrada en su puesta en escena en la calle. Las C’s de Coach, las LV de Louis Vuitton, las G’s cruzadas de Gucci y los broches metálicos de los bolsos de Prada campan a sus anchas por los vagones de trenes de la JR y por el metro de Tokio.
Japón ha sido históricamente una de las mayores economías del mundo y una parte muy importante de las ventas de todos los productos de lujo. Empresas como Louis Vuitton, Hermès, Coach o Tiffany aún siguen consiguiendo alrededor de un 15% de sus beneficios en este país.
Lo particular de Japón respecto al lujo es que, históricamente, mientras que en otros países el lujo ha sido un símbolo de la clase alta; en Japón se ha visto desde el tiempo antiguo como una parte integral de la vida de la clase media. En un artículo del New York Times de Liz Alderman, se profundizaba en cómo los consumidores de clase media a veces escatimaban en vacaciones o comidas caras para poder comprar bolsos o ropa de lujo.
Los augurios de muchos analistas después del terremoto del 11 de marzo de 2011 apuntaban a una reducción del gasto en bienes superfluos, paralelo a una vuelta a los básicos y a una forma de comprar menos ostentosa. Sin embargo, experiencias como las del terremoto de Kobe en 1995 , también dan a pensar que aunque después de un desastre se produce un shock, al final la cosa vuelve a donde estaba antes.
Obviamente las cosas no volverán a ser como antes, y entre tanto todos miran a China, pero incluso mirando a China, si el consumo de lujo en Japón se reduce, la capacidad de los chinos para comprar lujo se verá tocada. Pues en la mayoría de los casos los nuevos ricos chinos lo son porque en occidente se producen productos que son hechos allí.
¿Qué es lo que dicen gente como McKinsey al respecto? Entre otras cosas que: los japoneses siguen siendo algunos de los más sagaces, leales e importantes consumidores en el mundo; que la experimentación con formatos de retail innovadores va a volverse cada vez más importante y que los medios sociales y el marketing digital son un «must» para las marcas de lujo. Marcas de lujo, prepárense para el nuevo mundo.