Según el calendario chino, que rota en ciclos de 60 años basándose en 12 animales anuales y cinco elementos (madera, fuego, metal y agua), el 2018 es el año del perro de tierra. La tierra, que es una fuerza estabilizadora, pondrá fin a unos cuantos años de supuesta impulsividad y falta de armonía como se les supone a dos años consecutivos de años de fuego con el gallo en 2017 y el mono en 2016.
El perro, al que se le atribuyen cualidades de leal, inteligente, cariñoso y enérgico, tiene el título de mejor amigo del hombre. Eso pinta bien, porque estos meses que vienen deberían estar definidos por ese carácter. Se dice que el perro de tierra es amable, eficiente y hábil en la comunicación. Según los expertos, este año trae prosperidad en particular a aquellos que son como el perro: proactivos, trabajadores y comunicativos.
Además, como el perro tiene mucha energía, 2018 plantea muchas oportunidades para los negocios y para la socialización. La contra está en el riesgo de quemarse o agotarse con tanta socialización y esfuerzo. Dicen los que entienden que la inteligencia del perro y su disciplina favorecen los cambios en estilos de vida y las aventuras empresariales durante su año. Esto es lo que dicen que toca, habrá que ver cómo se da el año. ¿Revisamos en diciembre qué tal ha ido?
tokyoyorker 